ENTRE DIVISIONES Y LENGUAS
ENGLISH DAY:
El día del English Day mi papel fue muy particular: me tocó encargarme de la transmisión en vivo en el perfil de Facebook del colegio. No estuve hablando ni presentando frente al público, sino detrás de todo, sosteniendo el celular y asegurándome de que la transmisión saliera bien para los que estaban viendo desde sus casas. Al principio parecía una tarea sencilla, pero después descubrí que no lo era tanto: había momentos en que se me cansaba el brazo de tanto sostener el celular, y ahí fue cuando entendí que hasta esas pequeñas cosas también requieren esfuerzo.
Los estudiantes se dividieron en dos grupos: unos iban en la mañana y otros en la tarde. Con los del grupo de “enfocados” pensamos que solo íbamos a tener que transmitir en la mañana, pero resultó que no… ¡nos tocó hacer dos transmisiones! Eso significó repetir todo el proceso, estar atentos otra vez y mantener la señal estable. Fue cansador, pero al mismo tiempo una experiencia diferente.
Aunque no hablé ni participé en escena como otros compañeros que bailaron, actuaron o presentaron, me gustó sentir que desde mi papel pude contribuir para que el evento llegara a más personas. Al final, entendí que no todos los aportes tienen que ser visibles; a veces, los que están detrás de cámaras también son fundamentales para que todo funcione bien.
JUEGOS MATEMÁTICOS:
escanea aquí.
Al comienzo del día estaba muy motivado, con ganas de ver qué habían preparado mis compañeros y de participar en todo lo posible. Aunque no presenté un juego propio, me involucré de otra forma: ayudando con un stand y colaborando con billetes falsos y cuadros que hacían parte de la decoración. Ese trabajo terminó siendo un aporte grande porque al final todo el material lo regalé junto con el stand.
La verdad, al inicio me sentía con mucha energía, pero después empezó a hacer demasiado sol. El calor me pegó fuerte y hasta me dio dolor de cabeza, lo que me bajó un poco las ganas de seguir con el mismo ánimo. Aun así, no dejé que eso me frenara. En lugar de enfocarme en tener un juego como los demás, decidí darle un giro diferente a mi participación: grabé un video con mis compañeros de 1005 y también tomé fotos para guardar los mejores momentos.
Al final, sentí que no era solo cuestión de presentar un juego, sino de vivir la experiencia a mi manera. Me gustó haber podido aportar desde otra perspectiva y crear recuerdos con mis amigos. Aunque no todo salió como lo había planeado, me quedé con la satisfacción de haber hecho parte del evento y de haber aportado algo único.